Aunque Elon Musk no solicitó con éxito una orden judicial preliminar en una demanda contra OpenAI, el incidente provocó una discusión generalizada sobre la transición de sin fines de lucro a con fines de lucro. El juez de la Corte de Distrito de EE. UU., Yvonne González Rogers, expresó explícitamente preocupaciones legales sobre el plan de transformación de OpenAI al rechazar la solicitud de Musk para la orden judicial, especialmente el "daño significativo e irreparable" que podría ser causado cuando los fondos públicos se usan para tal transformación. El fallo proporciona una nueva esperanza para aquellos que se oponen a la transformación de OpenAI.
El juez mencionó específicamente en el fallo que los cofundadores de Operai, Sam Altman y Greg Brockman, habían prometido no usar la compañía "como una herramienta para llenar sus bolsillos". La promesa está respaldada por OpenAI cuando se fundó en 2015 como una organización sin fines de lucro que tiene como objetivo promover el desarrollo de la inteligencia artificial y garantizar que beneficie a toda la humanidad. Sin embargo, en 2019, OpenAi se transformó en una estructura de "ganancia de capitalización" y ahora planea reorganizarla aún más en una empresa de bienestar público. Esta transformación frecuente ha causado dudas del mundo exterior sobre la misión y los valores de la compañía.

El plan de transformación de OpenAI no solo implica su estructura de gobernanza interna, sino que también puede tener un impacto significativo en su situación de financiación futura. Algunos de los fondos recientemente recaudados pueden convertirse en deuda si la compañía no completa su transformación con fines de lucro para 2026. Esta vez, la presión ha hecho que el proceso de transformación de OpenAI sea más urgente, y también ha agravado las preocupaciones del mundo exterior sobre su dirección de desarrollo futura.
El tribunal ha decidido acelerar el juicio y planea resolver la disputa de reestructuración de la compañía en el otoño de 2025. Los abogados de Musk expresaron su satisfacción con el fallo del juez y estaban dispuestos a aceptar la propuesta de acelerar el juicio. Sin embargo, Openai no ha emitido una declaración formal sobre esto. El progreso de este caso será observado de cerca por los reguladores, los defensores de la seguridad de la IA e inversores de tecnología, ya que los resultados pueden tener un profundo impacto en el desarrollo futuro de la industria de la IA.
El juez señaló en el fallo que, aunque el equipo de Musk proporcionó evidencia de que OpenAi se convirtió en una compañía con fines de lucro después de aceptar alrededor de $ 44 millones en donaciones, la evidencia "no fue suficiente para cumplir con la alta carga requerida por la orden judicial preliminar". Además, algunas presentaciones incluso mostraron que Musk mismo pensó que OpenAi algún día podría convertirse en una compañía con fines de lucro. Este descubrimiento debilita aún más la posición de Musk en el caso.
Los ex empleados de Operai y los observadores externos generalmente se preocupan que si la empresa se transforma con éxito en un negocio tradicional con fines de lucro, su motivación de ganancias puede superar su misión original. Este cambio no solo puede amenazar la seguridad pública, sino que también socava la confianza pública en la tecnología de IA. Con el avance del proceso de transformación de OpenAI, cómo equilibrar los intereses comerciales y las responsabilidades sociales se convertirá en el desafío central que enfrenta la empresa.