El presidente de la SEC, Gary Gensler, emitió recientemente una advertencia, señalando que la crisis financiera desencadenada por la inteligencia artificial (IA) es "casi inevitable" en ausencia de una regulación efectiva. Gensler enfatizó que con el uso generalizado de la tecnología de IA en el campo financiero, los desafíos que enfrentan los reguladores se están volviendo cada vez más severos. La complejidad y la dependencia interinstitucional de la IA hacen que las tareas regulatorias sean extremadamente difíciles, especialmente cuando múltiples instituciones comparten el mismo modelo subyacente, los riesgos potenciales son más difíciles de controlar.
Gensler explicó además que las aplicaciones de IA en el campo financiero no solo involucran problemas técnicos, sino también de coordinación y cooperación entre múltiples agencias reguladoras. En la actualidad, la SEC ha propuesto una serie de nuevas regulaciones para tratar de enfrentar los desafíos presentados por la IA. Sin embargo, estas regulaciones no abordan completamente el llamado "problema horizontal" que múltiples instituciones basadas en el mismo modelo de IA pueden conducir al pensamiento grupal, amplificando así los riesgos sistémicos. Este pensamiento grupal a menudo juega un papel en el alimento de la crisis financiera, por lo que los reguladores deben estar altamente vigilantes.
Para abordar este desafío, Gensler pide a los reguladores que encuentren un equilibrio entre la innovación tecnológica y la estabilidad financiera. Señaló que el desarrollo de la tecnología de IA ha traído oportunidades sin precedentes a la industria financiera, pero también se acompaña de enormes riesgos. Si la regulación no es efectiva, la IA podría convertirse en un catalizador para la crisis financiera. Por lo tanto, los reguladores deben tomar medidas más proactivas para garantizar que la aplicación de IA no amenace la estabilidad del sistema financiero.
Además, Gensler también enfatizó la importancia de la colaboración interinstitucional. Él cree que solo a través de la estrecha colaboración de varios reguladores puede tratarse de manera efectiva los complejos problemas trazados por AI. Especialmente en el desarrollo y el despliegue de modelos de IA, los reguladores deben establecer un marco regulatorio unificado para garantizar la transparencia e interpretabilidad del modelo. Esto no solo ayuda a prevenir riesgos sistémicos, sino que también mejora la confianza pública en el mercado financiero.
En general, la advertencia de Gensler nos recuerda que, aunque la aplicación de la tecnología de IA en el campo financiero tiene amplias perspectivas, debe tratarse con precaución. Los reguladores deben prepararse para el futuro y formular políticas regulatorias más completas para garantizar que el desarrollo de la IA pueda aportar valor real a la industria financiera, en lugar de convertirse en el fusible de la crisis.